martes, 16 de agosto de 2011

La pròxima vez, me dan màs

Con un sol despiadado a la una de la tarde, el tráfico infernal de Guayaquil y la gente saliendo de sus trabajos para almorzar entre pitos, gritos, malas caras, insultos, miserias y limosnas se encuentra él… José Toala de diez años, quién se gana la vida haciendo malabares con unas naranjas las que al preguntarle que significaban para él energéticamente y con una sonrisa llena de verdad dijo: ¡Son mis amigas!, siempre me ayudan a que me den dinero… Eso dice mi mamá”.

José llega a la calle Francisco de Orellana todos los días a las nueve de la mañana y regresa a su casa a las diez de la noche, sin feriados, sin vacaciones, sin escuela… Mientras el semáforo está en rojo él hace su mejor esfuerzo para que en el mejor de los casos le obsequien 50 ctvs. Y en el peor de los casos lo miren con el vidrio del carro cerrado un hombre o una mujer mueva el dedo tratando de decir “no, no tengo nada”… ¿Cómo puede decir que no tiene nada? Pregunta el niño y él mismo se responde: “Va en un carraso con aire acondicionado, bien vestido y me dice a mí que no tiene nada… Son unos mentirosos, solo porque tienen dinero y creen que soy un vago”. Generalmente en un día gana entre un o dos dólares, lo que le entrega a su mamá ya que ella se encuentra observando desde cerca cuanto le dan en cada semáforo.
Según una investigación de la Universidad Politécnica las cifras de niños y adolescentes que trabajan en la calle es de 798 en todo el país, el 67% son varones, el 32% tiene menos de 9 años, el 29% tiene entre 13 y 15 años. El 14% viven en la calle permanentemente y otro 14% alternan la casa con la calle, el 68% tiene casa, pero pasa todo el día trabajando, el 15 % piden limosnas y el 1,5 % hacen malabares en los semáforos.  
José trabaja para ayudar a su familia ya que sus hermanas están enfermas. Él es el mayor de cuatro hermanos y al contarnos esto acota: “soy el hombre de la casa por eso tengo que trabajar para que mis ñañas no tengan que trabajar”… Sueña con poder superarse y llegar un día a ser cantante para darle todo el dinero que gane a su madre. Al comentarnos esto el semáforo se pone en rojo y él sale corriendo para alcanzar hacer malabarismos con las naranjas, esta vez recoge treinta ctvs.… Muestra cuanto se gano con una sonrisa triste mientras piensa en voz alta “La próxima vez me dan más”.

Si todas las personas abriríamos los ojos y viéramos cuanto tiene que pasar un niño que tiene derechos, que su principal deber es estudiar no trabajar, si todos viéramos la realidad y asumiríamos que son el futuro de un país nos preguntaríamos instantáneamente : ¿A dónde vamos a parar?..

“Aprendí hacer malabares sólo, un día salí de mi casa y me puse a jugar con estás naranjas, luego le enseñe a mi mamá y me dijo que ya estaba listo para trabajar y que podía ganar mucho dinero”

Cada dìa

La vida es absolutamente irreal en su realidad directa; los campos, las ciudades, las ideas, son cosas absolutamente ficticias, hijas de nuestra compleja sensación de nosotros mismos.

Octavio Gamarra es un hombre de 45 años que nació en Lima, Perú y vino a Ecuador hace 20 años, tiene un disfraz muy peculiar ya que es un efecto de perspectiva, es decir que al verlo desde lejos parece que fueran dos personas, un hombre y una mujer, besandose, bailando o simplemente conversando y al acercarnos podemos ver que es un señor disfrazado y maquillado.

El hombre de las dos caras, como le dicen los niños que están con él cuando trabajan en la calle, es un ser humano muy humilde y sobretodo amable… Cuando me acerqué por primera para comentarle que tengo que hacer una entrevista sobre él se sorprendió tanto que abrió los ojos como dos cielos y dijo: ¿Una entrevista a mi? (se río) y siguió … “ Nadie se interesa por nosotros, por nuestro valor me hace feliz que nos tomen en cuenta.. Por supuesto que le voy ayudar con su trabajo mija…” Como comenté al inició el señor solo trabaja los domingos, entonces me cito el día lunes en su casa a las doce del día, cabe recalcar que hubo cierto temor al ir a su domicilio, pero aún así me arriesgue y fui… No fui sola, fui con una compañera y un compañero… Emprendimos la aventura a las diez de la mañana puesto que el domicilio del señor es en Durán y debía llegar puntual...

Toque el timbre e instantáneamente se abrio la puerta y atrás de ella estaba la esposa de Octavio, me miro y sonrió: “Pase pase está en su casa la estamos esperando para la entrevista que le va hacer a mi esposo” ... Entre al domicilio pequeño pero lleno de recuerdos, fotos y banderas de Perú..

Se nota en la mirada que el corazón lo puede y que la nostalgia de su país  habita en su casa…  Mientras habla, a la velocidad de un telégrafo, se escucha de fondo la música tradicional de su país, le pregunto: ¿Qué escucha? E instantáneamente sonríe y contesta : “Chacalón y su agrupación la Nueva Crema " es la mezcla de diferentes ritmos, en especial los autóctonas de mi pueblo está es la Música Chicha netamente Peruana”.
A su lado está su compañera y esposa, María Cecilia, una mujer de una sonrisa permanente y de amabilidad natural, que muchos vecinos llaman “Chani”. En la mesa, tiene apoyada una maquina de coser y algunas costuras. Aprendió el oficio de muy joven, como otros que le trasmitió su abuela, esa mujer que ella nombra tantas veces en la entrevista, como una huella imborrable en su vida.

La entrevista duro tres horas puesto que es una persona muy interesante, lleno de historias, lleno de sueños, lleno de ilusiones… “Yo se que las personas no podemos vivir de esperanzas, ni de sueños, por que para conseguir algo en la vida hay que trabajar y esforzar muchas cosas , mi madrecita me enseño a trabajar y yo se hacer de todo pero nunca voy a perder la esperanza en Dios y en mis sueños… Cada día me levanto con una esperanza y es la de darle a mis hijos un futuro diferente a este, un futuro sin necesidades, un futuro en el que puedan comer tres veces al día no sólo una vez”

Octavio ha sufrido mucho desde su llegada a Ecuador ya que existe bastante discriminación, y muy pocas personas le han querido ofrecer trabajo, por ser peruano, es por eso que de lunes a viernes trabaja en la empresa recogedora de basura, Vachagnon, el sábado descansa o pasa con su familia y el día domingo realiza está actividad para ganar un poco más y ofrecerle algo mejor a su familia.

“La vida es muy corta para vivirla sufriendo, mi fin al disfrazarme es hacer que las personas sonrían un poco, están tan estresadas, tan amargadas y tienen tanto que ni así pueden ser felices… Yo no tengo nada pero el sólo hecho de ver a mis hijos riéndose, a mi esposa coser y llegar a mi hogar y sentir paz es suficiente… No necesito millones… Sólo necesito trabajar para que mis hijos puedan llegar lejos”

Al salir de casa de Octavio solo me vino un gran pensamiento a la cabeza: ¡Por que no queremos lo que tenemos… Cada día vivimos anhelando algo más, mientras el pasado se vuelve un recuerdo, el presente no lo vivimos y el futuro nos enloquece cada día más”



Artista Plateado

Mario Flores es un artista de la calle que se pinta el cuerpo con spray plateado y en cada semáforo hace los movimientos de un robot. Los años y los días transcurren en él sin detenerse. “Plateadito” como lo llaman alguno de sus compañeros de trabajo, dicen que es una persona que ha sufrido mucho pero a pesar de todo siempre tuvo una sonrisa en su rostro llena de positivismo y esperanza. Al acercarme adoptó una actitud indiferente y cohibida pues declaró sentir que todas las personas lo crítican. La entrevista al principio se torno un poco díficil pero a medida del tiempo, Mario, iba siendo quién es; Esa gran persona que muchos quisieramos ser, ese hombre que por su familia dio todo de si… Aquel ser humano que sabe más del sentido de la vida que tantos y que lucha cada día más que todos.

“Ya no me puedo quitar la pintura de ninguna parte, es un dolor grande… Cada que llego a mi casa intento sacarme la pintura una vez más, día tras día, y en ese momento me doy cuenta que mi piel está mala, porque al restregarme con diluyente se me va desprendiendo el cuero de la piel… Me vuelvo a pintar esa parte que se desprendió y listo para el día que va a comenzar (da una palmada con una sonrisa) con mucho ardor en todo el cuerpo”. “Plateadito” tiene 38 años de edad y lleva el cuerpo pintado desde los 20 años, comenta que al principio podía quitarse la pintura con diluyente pero hoy en día la pintura se encuentra muy impregnada en toda su piel. Comenzó a pintarse el cuerpo porque se vio en la necesidad de conseguir un trabajo rápidamente  para ayudar a su familia. Admite que no fue una idea original pues ya se veía en varias partes de la ciudad, pero fue la unica forma que encontro para poder mantener a sus dos hijos y a su esposa, Maria Guadalupe. 
Mario piensa que el haberse pintado todo el cuerpo no es tanto el talento o por lo que cree que las personas deben regalarle dinero en los semáforos, más bien el talento es la manera en que se desenvuelve en las calles. Ha tenido que vencer sus prejuicios, sus temores y soportar actitudes positivas o negativas de las personas que se quedan viéndolo en el tránsito. En el mejor de los casos le retribuyen con 1 dólar, otras con 25 ctvs juntando en el mejor de los días 3 dólares y en otros 1 dólar; En el peor de los casos, tiene que aguantar las miradas negativas de las personas.

 Los artistas callejeros, Mario Flores, principalmente tienen que luchar diariamente contra varios obstáculos que se les presentan. Entre estos, se encuentra el poco tiempo que les da el semáforo para desarrollar sus talentos, la actitud de las personas y el escaso dinero con el que cuentan para mejorar en lo posible sus métodos de trabajo y sustentar a sus familias. “Plateadito” dice sentirse unos días orgulloso por lo que hace ya que cree que muy pocas personas tienen el don que él tiene… Explica: “  Siempre quise ser famoso, todo el tiempo de niño me veía bailando frente a muchas personas y ahora lo hago solo que frente a muchos carros (sonríe)

Las ganancias que obtenga durante el día depende de la energía que demuestre en cada una de sus presentaciones. Llega todos los días al mismo semáforo, en la Garzota, junto a Pizza Hut  a las nueve de la mañana y depende del dinero que tenga para ir a su casa. Mario explica: “a veces son las nueve de la noche y solo he conseguido 50 ctvs, ¿Cómo voy a llegar a mi casa con tan poco? Mis hijos y mi mujer tienen que comer y si tengo que irme a las dos de la mañana con 3 dólares pues a esa hora me voy… No antes”.

Mario Flores es uno de aquellos hombres admirables que siempre se desea conocer , es esa persona que tiene calidez humana y aquella que te brinda todo sin tener nada. Cada día nuestro país pierde miles de dólares en cualquier circunstancia menos en ayudar a nuestra gente, porque está es nuestra gente!! Si los mandatarios no pueden hacer nada por ayudar a personas que merecen tener algo más en la vida ¿Por qué no lo hacemos nosotros? Ayudando cada día a un futuro mejor , aportando con el esfuerzo de cada ser humano, de cada ecuatoriano. “Plateadito” : “Los jóvenes son los unicos que nos pueden ayudar yo ya no necesito que me ayude nadie, pero si quisiera tener la seguridad de que mis hijos no van a pasar por lo que yo he pasado y van a tener una oportunidad como todos la deberíamos tener (piensa en voz alta mientras mira el semáforo).

Conociendo OTRAS calles


















PIÑAS



Conociendo otras CALLES










MACHALA




Hogar "San José"


































lunes, 1 de agosto de 2011

EL salón de julio

El salón de Julio es junto al de Octubre las dos exposicones de arte más importante de la ciudad de Guayaquil.
Este año estuvo envuelto en la polémica, el por qué, por la prohibición a obras de arte de contenido sexual, Andres Crespo inició el reclamo.
Crespo presento un collagecon recortes de revistas Pancho Jaime, según voceros del Museo Municipal, la obra es una impresión ni siquiera una pintura.
Se realizó una querella en contra del Municipio de Guayaquil, Crespo con otros 3 artistas denunciaron de Censura previa al salon de julio, al fin y al cabo el juez se declaró incompetente, por desconocimiento.
En tal caso lo que laCalle critica, es la falta de investigación de los artistas, esta prohibición tiene 2 años, es decir no es de ahora.
Si entras a un concurso, debes leer las bases.
Eso no interfirio en el transcurso del concurso, Melvin Hoyos en rueda de prensa para presentar el salón comentó que: "Esta categoria de obras de arte, se debe al exhaustivo proceso de preseleción, las que no estan, no merecen estar"
Es importate mencionar que las 25 obras estan colgadas pero son 3 los ganadores:
Primer Premio para José Hidalgo Anastacio con su obra "NON SIGNAL"
obra realizada en garabatos azules y rojos, una alegoría a los tiempos de tecnología contemporaneos.
Segundo Premio para Marcos Restrepo Burgoscon: "El efecto de algunos Deseos" obra realizada con superimposiciones de colores y mosaicos circulares de colores, un acrílico sobre tela.
Y el tercer premio para Fabio Bajaña, graduado de bellas artes, experto en mediciones, arquitectura, combinación de colores, con su obra: "Proyecciones del Espacio" una tecnica collage.
La quincuagésima segunda edición del Salón de Julio estuvo a cargo de 3 jueces: Carlos Gomez, de Argentina, Francisco Brugnoli, de Chile, Director del MAAC de la Universidad de Chile, y Larissa Marangoni ,de Ecuador.
-Este Salón es un concurso privado, muchas personas atacaron a este concurso, atacaron las bases, los principios, el por qué la censura, simplemente la situación se observa desde el angulo que uno quiere.
Prueba de esto es la obra de arte llamada Inmundicipio que se realizó hace pocos días con obras que el Museo Municipal rechazó, queda abrir espacios de exposición de estas obras.
El Psicólogo Leonardeo Cerezo, cree que aún el sexo es un mito, y que una prohibición, un No, incita a realizar lo que  se prohibe, "Lo más lógico es crear espacios de discución, que dice esta obra, de que trata y porque, con que fin el sexo es quizás lo más bello de la naturaleza humana pero debe ser tratado con criterio y madurez"

El salón de Julio, estará abierto hasta el 22 de Agosto en el Museo Municipal.